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El fotógrafo Emilio Morenatti ya corre

Menos de medio año después de que un atentado en Afganistán seccionara una pierna al fotógrafo español Emilio Morenatti, él ya es capaz de correr gracias a una prótesis y a su capacidad de luchar.

El vídeo adjunto que he encontrado en la Red da muestra de lo bien que se desenvuelve con el artilugio que hace las veces de pierna ortopédica y del buen humor que derrocha (no sólo porque aparece riendo, sino por el nombre con que se ha colgado video, «Patapalo», y la banda sonora, el tema homónimo de Raimundo Amador)

Como ya conté en un post anterior, conocí a Emilio hace años pero también hace mucho que no le veo pues viaja por todo el mundo y vive en EEUU.

El pasado septiembre, apenas semanas después del atentado, intercambié con él un par de mails en los que lo noté extraordinariamente bien, animado, dispuesto superar la dificultad.

Estaba segura de que lo iba a lograr porque es alguien especial, que transmite fuerza, entusiasmo, seguridad. Pero no me podía imaginar que tan pronto.

Esta sorpresa me llena de alegría. Estoy segura de que alegrará a muchos más. Es probable que antes de lo que imaginábamos Emilio pueda dedicar sus energías de nuevo a las fotografías, a su fantástico trabajo de fotoperiodista. Pero en todo caso ya se ha convertido en un ejemplo brutal de superación y en una referencia para hacer realidad eso que decía Benedetti de «Defender la alegría«.

Un beso, Emilio, enhorabuena, por la carrera y por la risa.

Ánimo al fotógrafo Emilio Morenatti

Terminadas las vacaciones reactivo mi blog y siento hacerlo con una mala noticia pero no puedo dejar de pensar en el fotógrafo Emilio Morenatti que cubría las últimas elecciones afganas cuando una bomba estalló arrancándole su pie izquierdo. Pienso en él y le envío el abrazo más cálido que puedo concebir tan lejos de donde se recupera, en EEUU, al otro lado del Atlántico que a él lo vio crecer y a mí me ha hecho disfrutar este verano, el gaditano.

Aunque es seguro que él no lo recuerda, conocí a Emilio en 1998 cuando entré en la redacción de la Agencia EFE en Sevilla. Yo era una becaria y él ya un profesional de prestigio al que dedicaban columnas compañeros periodistas.

Empezó su carrera en Jerez donde se crió (me acabo de enterar de que nació en Zaragoza), como su hermano, pero su primer gran éxito llegó en 1992 cuando lo fichó la agencia para cubrir la Expo. Desde entonces trabajó en EFE con los también magníficos Eduardo Abad y Julio Muñoz. Me encantaban las fotos de los tres que colgaban en las paredes de la agencia. Y las nuevas que hacían.

Pasado un año me fui a un diario local y le perdí algo la pista. No obstante me llegaron las noticias de que había cogido la malaria en Malawi y más tarde (2001) de que pidió la excedencia para trabajar en Afganistán con la agencia Associated Press (AP). Una mañana de 2006 al poner la radio, oí que habían secuestrado, en Gaza, a un fotógrafo español y supe que era él. Por suerte, pasadas unas horas, Emilio fue liberado sin heridas.

Desgraciadamente, esta vez no ha salido indemne y tras dos operaciones en Dubai, ahora Emilio se recupera en los Estados Unidos donde, como bien decía su hermana en una carta a EL PAIS, tendrá que adaptarse a una nueva etapa, una difícil, pero que un hombre, un trabajador y un artista con valor y talento como él sabrá afrontar de la mejor manera.

El tiempo no puede pararse, ni dar marcha atrás. No se puede volver al instante previo a que estallara la bomba, sino mirar adelante, todo lo que queda por hacer, por captar y denunciar. Y el mejor acicate para que Emilio lo haga no serán, seguro, los prestigiosos premios internacionales que, como los que ya ha ganado, le quedan por ganar, sino que todos superemos la indolencia, reaccionemos ante las injusticias que él muestra y consigamos que ninguna otra violencia mutile a nadie más, sea o no conocido, sea o no occidental.

Un beso enorme, Emilio. Gracias por tus fotos y perdona la licencia de reproducir alguna. No se me ocurría mejor manera de presentarte a quien aún no te conoce. Aquí estamos para lo que quieras.